Hoy en día tenemos muchos avances tecnológicos para ser muy productivos sin embargo, muchas de las veces son precisamente esos avances tecnológicos los que evitan nuestra productividad.

La productividad se entiende como: la cantidad de productos obtenida por un sistema productivo y los recursos utilizados para obtener dicha producción.

Observa a tu alrededor, durante las horas laborales, la cantidad de veces que las personas se detienen a revisar sus dispositivos móviles ya sea whatsApp, e-mail ó facebook, etc. Se han vuelto una tentación constante y es casi irresistible “asomarse” para saber cual es el último mensaje o cual es la respuesta o comentario al último mensaje que fue enviado.

Esto nos impide la concentración, la profundidad en lo que hacemos y nos retrasa. Y como consecuencia retrasamos a otros. Si no nos dejáramos interrumpir tanto por estos dispositivos las personas terminarían su trabajo completo en tal vez 4 ó 5 horas. Tal vez te suene exagerado, terminar el trabajo en solo la mitad del tiempo de una jornada laboral, pero si lo analizas te darás cuenta que esos malos hábitos hacen que se pierda demasiado tiempo, y la productividad personal sea realmente baja.

El problema es que cuando te distraes abriendo un mail por ejemplo, tal vez esa acción te induzca a comenzar una tarea para cumplir con lo que solicita el mail, que muchas veces no es más importante que lo que estás haciendo, pero ahora estás trabajando en algo muy distinto y menos prioritario.

Sin embargo la tentación es grande. Lo mismo sucede con los otros tipos de interrupciones digitales. Si a eso le agregas lo que tarda el cerebro en volverse a reconectar con la tarea anterior que pueden ser entre 15 y 25 minutos, eso te lleva a una improductividad total.

La forma de ser productivos es determinar cuál es la actividad más importante del día, comenzar y no dejarla hasta terminar. No aceptar interrupciones, de ser posible, lo cual tal vez no puedes controlar pues a lo mejor te interrumpe tu jefe o un cliente, pero no aceptes las interrupciones que sí puedes controlar como los dispositivos electrónicos, apágalos, aléjalos, pero no dejes que te estén distrayendo.

La decisión está en ti. Prioriza tus actividades, realiza primero las más importantes y controla lo que sí puedes.

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